Hubo una vez una chica en la vida de L. Era importante, ella era majestuosa, su sol. En torno a ella giraba el mundo de L.
Sin embargo, después del ciclo vivido entre ella y L, el mundo siguió circulando, siguió rotando sobre su eje.
Y ella, la chica majestuosa, dejó un gran vacío.
Ese vacío se propagó en el tiempo.
Ella nunca más supo de L, ni de nadie más de los que hicieron sus días maravillosos vividos.
L volvió a reciclarse.
Ella… ella no lo sabe.
Esos que fueron tan nuestros, y nosotros que tal vez ignorándolo fuimos tan de otros. Jamás sabremos cuan de otros seguimos siendo. Si siguen siendo. Es como que en nuestra sutil omnipotencia muchas veces los creemos detenidos.
ResponderEliminar@ROCHITAS:
ResponderEliminarEs como una trampa mortal. Sí, algo por el estilo. Como vos decís, "en nuestra sutil omnipotencia los creemos detenidos", y es así, pensamos que siempre están, que nos esperan, que si estiramos la mano los tocamos. Pero no, el ciclo termina y el mundo siguió girando y sobre él nuevos ciclos abriéndose y cerrándose.
Caer en la trampa mortal es no saber entender una parte del reglamento de vivir. Pero bueno, en nuestra humanidad tenemos adosada la ignorancia que vamos domesticando a medida que nos abrimos paso ante el destino.
Saludos, Rochitas.
Se es mientras se está.
ResponderEliminarUna vez marchamos, dejamos de ser pasando a estar en otro plano, en el que ubicarnos resulta cuanto menos extraño.
Un abrazo!!
me encanto la charla con Ud.
ResponderEliminarsabe que? pienso que muchas otras les hemos imaginado destinos azarosos, lejanos, llenos de exitos, y olvidados de nosotros. Por eso repito lo que hace mucho siento que por peligrosa, deberíamos evitar, la utopía. La distancia sólo genera utopías.
@ROCHITAS:
ResponderEliminarO no... tal vez la distancia solo sea un escollo superable que tiene más de fantasma que otra cosa y por ello infunde temor. Las cosas que presentimos como temibles nos hacen alejar, nos indican que por ese camino no, que es más fácil por otro. Sin embargo, a veces, no siempre, al atreverse ir por ese camino no "propicio" resulta que se tiene éxito y la utopía es solo cuestión mental.
Me alegro le guste el feedback que nace desde los textos del blog, eso es positivo, y es señal de sonrisa para el escritor.
@SILVIA:
ResponderEliminarNo entendía eso que comentás, pero no es que no lo entendía por tú comentario, sino en mi paso por la vida. Lo aprendí hace unos cuantos años atrás. Uno a medida que camina y vive "es", después pasa a ese plano que vos decís y que el tiempo confirma.
Si no se entiende ese cambio de ciclos uno puede tener graves fisuras internas. Fisuras por las cuales no podrás dormir tranquilo, harás pagar a otros tus conclusiones no cerradas y no disfrutarás del diario vivir.
Mucha reflexión genera el juego enigmático del amor, desamor y destino.
Abrazo para vos :)
Hay tantas cosas que no sabemos cuando nos vamos... ¡tantas!
ResponderEliminarPero es justo, porque saber todo sería imposible y atentaría a la privacidad del otro, ¿no?
Besos, Literato :)