sábado, 31 de mayo de 2014

El poeta

"Apoyado sobre el manillar de la bicicleta el joven poeta descendió camino al río. Solo desviaba su vista del camino cuando alguna nube, perfecta y de colores pastel, parecía moverse en el cielo como siguiendo su silueta. ¡Oh, Nube! -decía para sus adentros. Siempre encontraba un motivo poético en todo el universo circundante, pensando que el Creador había diseñado cada cosa material y viva de éste mundo como resultado de versos, de ensoñaciones, de idílica pureza.

Al llegar al río, arrojó la bicicleta a orilla del sendero. Corrió hasta un claro que se dibujaba debajo de un viejo sauce, y allí, poniéndose en cuclillas, se dispuso a contemplar la corriente, permitiéndose extasiarse con el reflejo del sol sobre la superficie, el murmullo de la correntada, el trinar de los pájaros libres sobre las ramas dormidas del cansino árbol.

En ese ensueño, con su mente divagando y su corazón lleno de poesía, sacó el ajado cuaderno y escribió versos como un poseso, hipnotizado por la escena vívida de la naturaleza y el bombeo incesante de un corazón que bullía, ignorándolo todo, y deseoso de plasmar en el papel un sentir, un momento de vida, arrancado a la propia naturaleza del mundo, para que alguien, un desconocido, algún día posara sus ojos sobre esos versos y amase entonces la poesía y al poeta."

© Miguel Luis Aguilera

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