lunes, 8 de junio de 2009

Los balcones de Murcia (4)



4.


En junio ella cumplió sus veintitrés años. El día de su cumpleaños no fue un día más, estaba cargado de sorpresas y agasajos por parte de sus amistades. Me gustó verla tan feliz. En un momento dado, mientras compartíamos unas cervezas con un grupo de amigos, pensé en nuestra diferencia de edad, en la tersura de su piel, en sus pensamientos jovenes y hambrientos y en su peculiar visión del mundo y de nuestra relación. Increíblemente deseé que no existieran los cumpleaños pero solo los muertos no cumplen años, y ella y yo no lo estábamos.

- Feliz cumpleaños –le dije y seguidamente la besé en sus labios.

- Gracias –me dijo sonriente mientras acomodaba su cara en mi pecho.

Por un instante me sentí mayor que ella aunque justamente en ese instante nuestra brecha de años era menor. Es difícil entender muchas veces a nuestro cerebro y más en los momentos que juega a las escondidas con nuestro sentir. Aquel día de su cumpleaños me sentí completamente extraño, haciéndome preguntas que tan solo dejaban signos de interrogación abiertos y ninguna respuesta era la adecuada, o al menos no me interesaba que lo fuesen pues una equivocada tendría el suficiente poder del aleteo de una mariposa para derrumbar el frágil mundo que intentábamos construir.
Cenamos una ensalada acompañada por medallones de lomo. Vino blanco. A ella le encantaba.

Después de cenar nos sentamos en mi balcón, abrazados, en silencio. Las gerberas y las margaritas de su balcón se balanceaban casi imperceptiblemente con la brisa nocturna dando la increíble sensación de vivir la vida en cámara lenta. Me gustaba imaginar aquella idea. Mi vida en cámara lenta, el tiempo avanzando a cuenta gotas, ella y yo suspendidos en el tiempo. Me daba la impresión que necesitaba una realidad que me asegurara la eternidad, es decir, quería que el tiempo no siguiese avanzando. Aquel cumpleaños había traído a mi vida una bocanada de aire helado despertando mis pensamientos más remotos y mis miedos más oscuros. Pero nada imaginado, todo tenía el suficiente poder real para ser tangible. Me abrazó fuerte, supuse que tendría frío.

- ¿Crees que soy mediocre? –me preguntó en voz baja con su boca pegada a mi oído. Me sorprendí, la pensé dormida, pero sin sobresaltarme pensé la respuesta mirando la nada.

- No.

- Si hay tantas mujeres por ahí, lindas, inteligentes, sensuales, ¿porqué yo?

- No lo sé. Tal vez debería preguntarte lo mismo yo también a vos.

- Si lo hicieras te respondería muchas cosas distintas. Creo que día a día me imagino un porqué distinto de estar con vos.

Esa madrugada llovió. Mientras ella dormía yo contemplaba como la lluvia bañaba las gerberas y las margaritas de su balcón. “Hoy cumplió veintitrés”, pensé mientras imaginaba dieciocho velas luminosamente alumbrando la oscuridad de la habitación. Una sensación con poder de cambio me invadió por completo y entonces la apreté un poco más fuerte contra mi pecho. Ella dormía plácidamente. Podía sentir la tibieza de su respiración en mi cuello, sus senos cálidos sobre mi pecho, mi mano en su nalga, su olor dentro de mí. Por primera vez después de años de desearla y pensarla aquella jovencita adolescente parecía enamorada de mí. Aquel amor prohibido y casi desencajado había tomado cierta forma abriéndose camino a pesar de todo, tal como un brote nuevo a través de la tierra fértil. Sin embargo ahora yo era el que tenía miedo a un futuro incierto plagado de incertidumbres y de grandes cambios.

Decidí salir a caminar. La lluvia había parado. Una luna llena diminuta estaba posada altivamente sobre la ciudad. Caminé sin rumbo durante un buen tiempo. Un par de prostitutas me ofrecieron sus servicios a los cuales respondí con un gesto de agradecimiento pero seguí caminando. No me interesaba tener sexo nada más que con ella. Caminaba respirando profundamente el aire fresco de la madrugada. Mientras lo hacía miré otros balcones de Murcia, todos eran similares al mío, al de ella, y tal vez detrás de ellos había historias como la nuestra. Un viejo vagabundo me pidió monedas. Le di. Un par de lesbianas se besaban en la oscuridad de un banco de la plaza. Todo pasaba bajo la misma luna, en la misma noche de junio. Todos aquellos seres vivían sus vidas como les era ofrecida, sin miramientos, tan solo disfrutándola y sobrellevándola como podían. Yo era igual que ellos. Regresé al departamento y entré en silencio. Ella seguía durmiendo plácidamente ignorando por completo mis idas y venidas en la madrugada. Me senté sobre la cama y la contemplé un buen rato. Una oleada de viento fresco se coló por el balcón y un perfume de flores dulces impregnó la habitación, fue entonces que acomodé su pelo detrás de su oreja y besé su frente con mucho cariño. Me acomodé en posición fetal a su lado y me quedé contemplándola en absoluto silencio. Fue un momento inapreciable, de esos que son simples, agradables y tremendamente poderosos, con tal poder que escriben a fuego en nuestra memoria. Realmente estaba feliz de que aquella mujer estuviera desnuda en mi cama. La amaba. De repente despertó brevemente y me brindó una bonita y breve sonrisa, yo hice lo mismo, entonces deslizándome entre las sábanas abracé su cuerpo desnudo y lo acurruqué junto al mío. Ella se despertó aún más. En la oscuridad de la habitación permanecimos inmóviles en aquella posición y con una voz queda hablamos de muchas cosas que tan solo nosotros dos podíamos entender.

Así, nos quedamos dormidos.



Nota del Autor: la música que complementa este capítulo es una de mis preferidas, pertenece al soundtrack de la película "Lost in Translations" (Perdidos en Tokio)


The Jesus and Mary Chain, "Just Like Honey", del album debut Psychocandy

20 comentarios:

  1. La edad es algo relativo. No son números, ni la distancia que nos separa de la fecha de nacimiento.

    Medimos el tiempo de manera estándar. Sin detenernos en cuales fueron los momentos que realmente nos hicieron crecer. La edad nos divide en generaciones, pero no suele coincidir con nuestro auténtica evolución.

    -La edad no debería preocuparle tanto, no tiene por qué ser un desequilibrio.

    *El final es del todo acojedor.

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  2. Estoy de acuerdo con So, la edad es relativa. Los sentimientos son universales y nos tocan o no, como personas, sin tener en cuenta edad, formas, etc.

    No se porque esto me toco de cerca, como muchos de tus cuentos.

    Saludos y buena semana,

    P

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  3. Mátame Miguel!!!! pero hasta hoy no me di cuenta de que literato eras tu, ni vi la foto

    Estuve tan perdida, tan dispersa que... cuando vi que esos blogs estaban cerrados no supe el porque y cuando entraba a leer aca ni me lo plantee

    que desastre soy , pero me encanta saber que eres tu, que no perdi tus maravillosos textos

    Ahora si que entrare mucho mas


    besos

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  4. esta parte me produjo mucha nostalgia ^^

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  5. cuantos recuerdos hermosos de madrugadas en vela me ha traido este fragmento de relato. el amor esta impregnado en el tipeo de cada letra. siempre un placer literato :)

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  6. Cariño hola, me sorprendió ver tu foto ahí... ¿entonces?...

    Bueh, respecto al post, me pareció maravilloso, yo soy de las que no apuestan por la edad, es un tema que me va y me viene, no juzgo las diferencias, para mi no es trasncendental...
    Me gustó mucho la ternura que entregas en el.
    un fuerte abrazo cariño, cuidate mucho si, besitos.

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  7. Vi tus comentarios en Discreto encanto y llegué a tu blog, hermoso, aunque no pude leer más que algunas entradas.
    Este post tiene mucha nostalgia, es bellísimo, me transportó.
    Sin dudas me voy a dar una vuelta más seguido
    Saludos
    S

    http://pequeniopecado.blogspot.com/

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  8. Ah, me había olvidado, la música: IMPECABLE... con esa banda sonora, imposible no dejarse caer en el relato.
    Gracias por la visita!
    DeVez

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  9. @SO:

    A mi modo de ver y de haber vivido ciertas situaciones personales con mujeres en mi propia vida la edad no importa en determinada franja de años y en otra franja sí. Y no solo por mí, sino por la mujer también.

    En el momento del enamoramiento la edad no existe, no hay línea que delimite nada, tampoco interesa verla ni siquiera está presente en nuestras mentes; pero cuando esa tormenta se estabiliza y empieza la calma, la relación en sí, la convivencia, ahí sí la edad suele marcar distancias y hasta abismos.
    En 37 años algo he conocido del tema y considero que es así.

    Sé que te gustó esta entrada, me lo has hecho saber y eso me pone contento. Adelante con tú nuevo blog y con tús escritos.

    =)


    @PETRA:

    Bueno, lo mismo que le respondí a SO lo aplico para vos porque pensás de manera similar.

    El que los cuentos o relatos toquen de cerca me imagino que es una de las finalidades de las historias escritas. Las ficciones si son basadas en dramas y contemporáneas suelen ser bastante coincidentes con las vidas de personas comunes.

    Saludos.


    @FROILUBA:

    jajajaja, sí, soy yo, el mismo, el de siempre jajajaja

    No, no te mataré jajaja.

    Pasá cuando quieras, siempre habrá algo para leer =)


    Saludos =)

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  10. @MAQUI:

    Puede ser. En realidad si te tengo que decir que es lo que pienso cuando me siento a escribir continuaciones de esta historia es una especie de obsesión por parte del personaje masculino que una vez logrado el objetivo, o sea tener a la mujer que tanto deseaba y amaba, se da cuenta que más allá de tenerla falta algo y ese algo lo dan muchas cosas, entre ellas la diferencia de edad, los distintos momentos de vida, etc. Sin embargo hay caminos laberínticos que se tejen entre ellos en donde el amor es cuerda fuerte y aparentemente no los suelta. Por ahora =)

    Gracias por siempre pasar Maqui.
    Ah! vi un video en facebook de una fondieu jajaja, me reí. =)

    Saludos.


    @COSASIMPROPIAS:

    Es que esos momentos de intimidad que por ahí suelo "mechar" en mis textos son muy, muy contemporáneos, ¿no?

    Gracias por el elogio.

    Gracias por siempre estar.

    Saludos.


    @NATALIA:

    Hi baby! =)

    Entonces... bueno, ya te lo expliqué por MSN, todo es cuestión de momentos amiga, uno es como un reloj, cuando suena la alarma es porque llegó la hora justa.

    He notado que todas las mujeres que leen este blog y han hecho comentarios no tienen dramas con la edad de sus parejas, es un gran avance, ¿no te parece? =)

    Gracias por pasar.


    @DEVEZ:

    Hola, ¡bienvenida a mi blog!

    Sí, suelo darme vueltas por blogs desconocidos y dejar comentarios cuando algún post me parece interesante. Así que vos leíste mi comentario y me seguiste hasta acá, bueno, me alegro. Yo visité tú blog y me parece genial. Texto cortos pero certeros, me gustó mucho.

    ¿Te gusta la música? me alegro, además es una de mis debilidades la música :)

    Saludos.

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  11. La edad ni límite ni obstáculo, creo que se volvió mito, las muejres solemos buscar hombres mayores, quizás por madurez, me encantó como ese hombre mduro cuidaba y protegía a la jovencta de 23 años hermosa ternura ya casi inexistente...

    Besos me encanto como siempre

    Nota: Liter@ato hasta que te vemos en foto todo un placer...:)

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  12. Esto de desconectarme del mundo bloggero me ha traído muchas sorpresas, qué gusto reencontrarme con esas palabras que hace suyas..

    espero no desconectarme por tanto tiempo, aqui con gutsto le visito

    un abrazo desde mexico- sin influenza claro!

    lagitana

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  13. Me sonrojé, gracias por los halagos, comentarios así de alguien que escribe tan lindo, hasta me dan pudor...Leí tus comentarios,ahora te los contesto.
    Obvio que te sigo leyendo, algún plan de lectura que recomendar para las entradas anteriores?
    Un beso
    La música, un secreto, dejé tu blog abierto en una pestaña para seguir escuchando...

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  14. @MARIA LAURA:

    jajajaja, ¿me encontraste?

    =)



    @MAGY:

    Hay cierto mito detrás de todo el tema de la edad, eso es cierto, pero hablando de este tema que también ha tocado el personaje del relato creo que en esta historia se refiere a que mas allá que puedan estar juntos y felices el tema de la edad genera fisuras que desgastan, tal vez, un poco más rápidamente la relación. A eso me refería.

    Me alegro que te haya gustado.

    Sí Magy, ahora hasta en fotografía me tienen por acá.

    =)


    @GITANA:

    Tanto tiempo. Un placer que te llegues por mi nueva casa. Noté que has estado perdida por tú blog, es que es así la cosa, a veces uno no puede cumplir con este mundo. Es como la vida misma, no todo puede hacerse de por junto.

    jajajja ¿así que no tenés influenza "A"?, bueno, mejor así.

    Saludos hasta tú México

    =)


    @DEVEZ:

    En realidad tengo unos 50 blogs suscriptos en mi Google Reader y si bien les pego una hojeada a todos cuando encuentro uno nuevo en el cual sus entradas me atrapan comento y comento. Ese fue el caso del tuyo.

    Me hiciste pensar con eso del plan de lectura. Es una buena idea para implementar en mi blog cuando tenga alguna recomendación, podría ponerlo abajo como una llamada recomendatoria asociada al relato. Buena idea.

    Con respecto a un plan de lectura para las entradas de éste blog te diría por ejemplo "muerte moderna", "dispárale a la luna", "naranjas de abril" y "superhéroes".

    Me alegro que la música que pongo a las entradas también guste.

    =)

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  15. Preciosa historia, lindo final muy tierno.

    Bueno alguna vez, te dije que me recordabas a un amigo en tu manera de escribir, mi intuición, no fallo.

    Besos.

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  16. Bueno, ya para empezar los títulos son más que encantadores... buscaré el momento justo para sentarme a leerte...
    Nos leemos, por algún lado...
    Saludos
    Te voy a subir a mi blogroll... permiso

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  17. la edad no existe...
    pero...


    saludos y gracias por tus palabras!

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  18. Tenes razon en lo de la edad, al principio parece que no existe, porque uno esta en el deslumbramiento. Pero cuando se calma la cosa...es otra historia. Todo se empieza a notar. No solo la edad.

    Buena historia, la sigo.

    La foto de la derecha esta muy buena. (sos vos? :)

    Saludos, y espero la proxima parte


    Petra (la mal portada:)

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  19. @CECY:

    Sí, recuerdo que me dijiste eso al principio, cuando este blog nacía, y la verdad que tenías razón pero eran tiempos en que sentía la necesidad de no exponerme. Son etapas, ¿viste?

    Me alegro que te haya gustado esta historia.

    =)



    @DEVEZ:

    Cuando quieras leelos. Pasá por mi blog cuando gustes, siempre habrá algo para leer =)

    Gracias por el blogroll, un placer.


    =)


    @LEXI:

    ¿Cómo andamos señorita escritora?

    Sí, tal cual, ese "pero..." siempre está.

    Gracias por pasar.

    =)



    @PETRA:

    En el enamoramiento creo que todos los que tenemos más de 30 sabemos que se pasan de largo un montón de cosas que con el pasar del tiempo se empiezan a notar, tal como lo decís vos. Ese tiempo depende de cada persona y la pareja que conformen, no es para todos iguales, es lógico.

    Sí, soy yo.

    =)

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