lunes, 25 de mayo de 2009

muerte moderna (fin)



3.

Mi vida no tardó en acomodarse. Después de unos meses de silencios y de jugar a las escondidas con los recuerdos volví a mis quehaceres diarios y rutinarios. En una especie de cicatrización anunciada invisiblemente mi dolor se fue ausentando. Como pude encajé todo dentro de un cofre, le eché candado y arrojé la llave lejos, tan lejos que mi memoria se negaba a ubicarla. Era la única forma de seguir adelante, de lo contrario sucumbiría.

Después de un par de años, casi siete años de mi separación, encontré a mi ex esposa paseando por el parque de mi ciudad. Al principio no la reconocí, pero noté que aquella mujer me miraba y de una manera poco convencional, entonces presté atención y me di cuenta que era ella. El tiempo tiene sus maneras de actuar y sin lugar a dudas la había cambiado. Seguramente yo también estaba cambiado pero es difícil que uno mismo se percate de ello. Su rostro denotaba alguna que otra arruga, su pelo ahora estaba teñido, tal vez para resguardar sus canas, y poseía un cierto aire armónico y parsimonioso que jamás había visto en ella. Estaba sentada en uno de los bancos del parque, pensativa y con su mirada clavada en mí. Al reconocerla me acerqué a ella. Aún no sé porqué hice aquello, pero lo hice.

- Hola, ¡tanto tiempo! –saludé.

- Hola, sí, ¡qué sorpresa!

- No te había reconocido. Es que te ves distinta, no sé cómo decirte, es que hace tanto tiempo que no nos vemos. Apenas me di cuenta que eras vos algo interiormente me condujo hasta aquí, a saludarte.

- Me alegra que haya pasado. Sí, el tiempo pasa y deja huellas en nosotros, ¿no?... es como algo inevitable ¿no te parece? –me dijo sonriente y sin dejar de contemplarme con los mismos ojos que yo recordaba.

- Sí, tienes razón.


Fue entonces durante aquel encuentro y mientras se daba aquella charla que un recuerdo vino a mi mente. La memoria tiene esas triquiñuelas de las cuales muchas veces no logras explicarte porqué lo hace o cual es el motivo que desencadena semejante acto. Mientras se daba aquella charla y yo no quitaba mi mirada de mi ex mujer mi visión se volvió roma y me precipité al recuerdo que mi mente quería mostrarme. Había sucedido cuando éramos novios y nuestro amor recién comenzaba, en un atardecer de diciembre, al regreso de la universidad y a orillas de las vías del tren. Ella vivía al otro lado de las vías y para llegar a su casa debíamos de cruzarlas. Justo en aquel lugar se encontraba el depósito de locomotoras, el cual era gigantesco y era donde aquellas máquinas fantásticas hacían sus maniobras a toda hora del día. Ese atardecer, a vuelta de la universidad, cruzamos entre unos vagones las vías. Apenas cruzamos ella se paró en seco y me posó sus manos en mis hombros.

- ¿Puedo pedirte un favor? –me preguntó.

- Claro, dos también.

- No, solo uno. Uno y especial. ¿Puede ser?

- Si, dime, ¿cuál es el favor?

- Prométeme algo. Prométeme que nunca me olvidarás. Nunca. Pase lo que pase. Prométeme que siempre estaré presente en tú vida y que nunca te olvidarás de mí, aunque algún día por esas cosas de la vida no estemos ya juntos.

- Te lo prometo –le dije sin entender semejante pedido.

Pero lo cierto es que no cumplí aquella promesa.
Por esos pasajes de la vida después de mi separación el rostro de mi ex esposa se fue difuminando hasta el punto de perderse como la estela de la cola de un cometa. Nada de ella ya casi habitaba en mí, tan solo algún recuerdo traído al presente por algún comentario que yo recibía esporádicamente y que mi subconsciente lo asociaba con ella. Si eso no pasaba nada me hacía recordarla. Entonces volví a mirarla fijamente mientras permanecía sentada en aquel banco del parque. Esa misma mujer que había compartido parte de mi vida ahora estaba delante de mí como una persona extraña, como un cuerpo que no era afín a mis percepciones básicas. Mientras me hablaba yo mantenía una sonrisa que no se condecía con mis pensamientos. Se la veía feliz de haberme encontrado nuevamente, tal como si dos viejos amigos veteranos de guerra se volviesen a encontrar después de un puñado de años. Pero yo percibía el agujero negro que dividía nuestras existencias. Era oscuro, profundo e inerte. No había vida entre ambos y los recuerdos que en mi memoria habitaban aún sobre ella eran un mero engaño para mis sentimientos. Tuve ganas de decirle, “basta, ya es suficiente, lo que tú recuerdas ya es el pasado y ahora somos dos personas diferentes, en planos diferentes, viviendo vidas diferentes”, pero mi lengua no pudo moverse. En un momento dado dije que debía de irme, la saludé con un beso y cortésmente seguí mi camino.

Entonces me di cuenta que las páginas de mi memoria en donde los recuerdos vividos con ella estaban escritos palidecían y se habían vuelto amarillentos, tal como hojas abandonadas en un viejo cajón por años, décadas, o tal vez siglos. El tiempo se había distorsionado y había logrado distorsionar también los sentimientos y el valor de aquellas memorias. Me percaté de mi imperfección y de la imperfección que todos tenemos al amar. Tal vez de alguna forma ella intuyó que mi memoria sería frágil, mortalmente frágil, y si nos separásemos algún día la borraría de mi vida, a ella y a nuestros recuerdos. Si eso había pensado entonces había tenido un éxito lamentable porque mi memoria de alguna manera, tal vez resguardándose para que mi corazón no sintiese más dolor, la borró completamente de su registro. Aquel día al regresar del parque mientras caminaba rumbo a mi casa sentí una tristeza insoportable, una angustia extrema que oprimía mis sienes. Parte de la historia de mi vida, a la cual aquella mujer pertenecía, parecía haber sido diezmada por un gran tsunami y los rastros que quedaban de aquel amor eran casi ininteligibles para mi corazón. Entonces pensé que por alguna razón misteriosa la vida se encarga de acercarnos a personas, fusionarnos con ellas, y de repente, sin contemplaciones, nos las arranca y nos deja solos nuevamente. En esos momentos un precipicio infinito se presenta delante de nuestro ser ofreciéndonos ignorarlo o caer en él para siempre.

Yo lo ignoré.



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17 comentarios:

  1. ¡Hola amigo!...¡Disculpas,
    disculpas y diculpas!Siento mucho
    mi larga ausencia por tu blog...pero casi me falta tiempo
    para el mío...mis post ya sabes que
    son largos y tengo que prepararlos
    con cuidado.

    He visto textos muy bonitos y todo
    está muy bien...no me extraña nada
    cuando veo que escribiste tu primer
    cuento con 8 años!Es marailloso.

    Esta vez en mi blog he salido un
    poco de la línea...He relacionado
    a Sargent con "La Feria del Caballo" de Jerez...tengo fotos de
    caballos bonitas.A lo mejor te
    gustan y si en alguna ocasión
    necesitas algo de este tipo te
    puedo enviar.

    Bueno,te envío un abrazo y espero pasar
    de nuevo lo más pronto posible.

    Calamanda

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  2. "Entonces pensé que por alguna razón misteriosa la vida se encarga de acercarnos a personas, fusionarnos con ellas, y de repente, sin contemplaciones, nos las arranca y nos deja solos nuevamente. En esos momentos un precipicio infinito se presenta delante de nuestro ser ofreciéndonos ignorarlo o caer en él para siempre."


    Palabras sabias...mas halla de su contenido de ficción.
    Yo me encuentro en ese momento. Estoy a punto de tomar mi decisión. Pero por algún motivo, mi mente, y sobre todo mi corazón, me lo impiden con todas sus fuerzas.

    Quizás utilice este pequeño fragmento en algún momento, con su debida referencia claro.
    Espero no te moleste.

    Como siempre, excelentes tus escritos.

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  3. El mensaje del inexorable olvido llega siempre tarde, cuando ya las hojas que fueron escritas comienzan a borrarse y ponerse amarillas.

    Muy bueno.

    Besos.

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  4. me quede la duda de q si la promesa fue rota adrede o si realmente fueron esas cosas de la vida lo q llevo al personaje a olvidar

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  5. @CALAMANDA:

    No te disculpes, no tienes porqué hacerlo. Además la presencia o ausencia en un blog es algo similar a la vida, uno pone el énfasis que puede y como le sale, por ende no hay de qué disculparse.

    Sí, jajaja, escribí mis primeros cuentos a los 8 años. Eran de ciencia ficción y por la noche cuando me acostaba los leía como si no tuviera idea de que yo los hubiese escrito. Cosas de niño.

    He estado pensando en comenzar a ilustrar mis posts con pinturas o ese tipo de cosas, si necesito algo te pido o lo manoteo de tú blog con tú permiso =)

    Saludos Calamanda.


    @MAQUI:

    En tus comentarios noto que estás pasando por momentos jodidos en tú vida (bueno, ¿quién no tiene esos momentos en su vida, no?). Tomes la decisión que tomes seguramente será una que te hará caminar por un camino de tú destino que tenés que descubrir señorita lectora. La mente y el corazón ya se pondrán a tono, solo hace falta que el tiempo se los diga, de eso quedate tranquila.

    No hay problema que utilices el texto.

    Gracias.

    Saludos.


    @CECY:

    Y sí, se ve que la vida nos tiene siempre alguna regla que no nos dice de antemano y aprendemos fogueándonos con ella.

    Saludos.


    @COSASIMPROPIAS:

    Creo que la misma vida fue. =)

    Saludos y gracias por siempre pasar por acá.

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  6. Que bueno que pudiste guardar todo en un cofre, yo aún trato pero no he podido...

    Un abrazo cariñoso, espero estés muy bien,a legre y sonriente y si de eso nada pasa pues por lo menos que estés bien.

    Un fuerte abrazo amigo, nos seguimos hablando, cuidate MUCHO.

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  7. Me temo que despues de la larga ausencia de casi todo en la red tengo trabajo atrasado y claro está no puedo leer el final de algo sin leer el principio de ese algo asi que..
    volveré a coemntar cuando haya leido el total 8 aver si puede ser a lo largo del día leñes!!!)

    bss

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  8. Siento que el personaje se hacía a sí mismo la idea de "Ella ya no es nadie.."
    Qué él era el que sacaba a fuerza el recuerdo de ella.. y no es que no la recordara...

    Y bien, llegando al tercer complemento de ésta historia puedo decir: ... Él supero la costunbre a fuerza del olvido, no de ignorarla...

    ¡Me agrado el relato!

    Ahora que acabé con usted, seguiré leyengo el libro de Noel Vindry...

    Creame, el interactuar con la persona que escribe libros es algo sorprendente... más si es tan cencilla y simple. =P Por eso no lo he dejado de leer, señor...

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  9. =) A veces uno deja atrás tantos años, tantos rostros, tanto de uno mismo; que uno se ve al espejo y no se reconoce. Pero creo que con esto no se pierde, al contrario se gana más, mas diferentes formas de amar, más rostros de quien aprender, más letras escritas de forma distinta, más vida. Que genial poder encontrar a la persona con la cual se pueda mutar: individualmente y de manera conjunta. Pero a veces es tan dificil, los caminos son tan distintos. Solo nos queda voltear y sonreirle a aquello o aquellos que en el pasado nos hicieron vibrar.
    Un besito amigo Literato, grande grande

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  10. Muy bueno...me ha gustado mucho.

    La gente pasa por la vida de uno, aves de paso las llamo yo, pero siempre nos dejan algo, siempre aprendemos algo, pero esta en uno, tomar partido de los encuentros aunque al final, no signifiquen nada.

    Muy bueno este blog, me gustan tus cuentos.

    Saludos,

    Petra

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  11. A veces no hay nada mejor que ignorarlo...

    Quiero agradecerte por este relato q me toco muy profundo...
    Y como siempre... HAAARRRRMOOOOSOOOOOOO!!!!!

    Besotes!!!!!

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  12. @NATALIA:

    Los estados emocionales nos asaltan en distintos momentos sin importarles el día. Cada persona en esta vida tiene su propia cruz que sobrellevar y lo hace como puede y como le viene en gana.

    El personaje de este relato creo que traspasó un umbral. Es curioso, pero cada vez que algo grosso pasa en la vida de alguien parece que se le limpian los ojos. Seguramente al personaje le pasó algo así. Cuando les doy vida dentro mío yo veo como ellos.


    @RAKYATINDONESIA:

    Bienvenida a mi blog. No te preocupes, el indonesio (bahasa indonesio =) ) tampoco es mi idioma pero gracias al Google Translator nos podremos entender. Es una alegría que mis textos los lean personas que no sean de habla hispana, es un gran orgullo y de verdad.

    Pasaré por tú blog a visitarte. Prometido.


    @FROILIUBA:

    Claro amiga lectora, es entendible. Tomate el tiempo que quieras, no hay problemas. No todo el mundo tiene el suficiente tiempo para leer todos los blogs que desea y eso es por demás entendible.

    Me alegra mucho que hayas pasado de nuevo.



    @VIEJO BARCO AZUL:

    Eso que decís sobre "ella ya no es nadie..." es lo que los hombres decimos cuando traspasamos la etapa del duelo amoroso. Cuando un hombre culmina su relación y deja sosegado a su corazón por el sentimiento que pasó se dice esa frase, creeme amigo mexicano.

    No, creo que él no la pudo nunca ignorar. Además, eso habla bien de él, creo que quien pasa por tú vida ha escrito parte de la historia de tú camino por ella y debe ser recordada. No todo es lindo en la vida, por ende las relaciones amorosas no tienen porqué romper con esa regla.

    No he leído nada de Noel Vindry.

    Se te agradece el cumplido. Siempre he sido abierto en todo lo que hago en mi vida y como escribir me apasiona y el feedback de mis lectores (los que comentan, porque hay muchos que no lo hacen, tan solo leen) me oxigena lo hago para sentirme feliz y bien.



    @ALEJANDRA:

    Bienvenida a mi blog.

    Tal vez uno no reconoce lo que ve físicamente, pero el interior siempre tiene la luz que ilumina nuestro ser. La vida juega con la visión para tendernos trampas, pero "saber ver" va más allá de eso. Creo que me entiendes.

    Las historias personales amorosas de nuestro pasado escribieron páginas de nuestras vidas, no entiendo a las personas que las arrancan pero trato de hacerlo y respeto su manera de ver y enfocar la vida. Son opiniones y es un tema que da muchísimo para charlar.





    @UNMASKED:

    Sí, considero que las personas siempre nos dejan algo, es el efecto rebote que hacen con nosotros. Y siempre siempre se aprende.


    @GUADALUPE:

    Señorita lectora respeto mucho que te haya tocado profundo este relato. Cada uno tiene sus propias cosas que analizar y mirar para atrás y si este relato sirvió para algo en vos entonces yo doblemente contento.

    Gracias por el cumplido.






    A todos los lectores del blog gracias por pasar y leer mis textos.

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  13. yo llevo 7 meses queriendo tirar por la borda y poder borrar pero tu duraste 7 años asi que me faltan muuuuchas lagrimas por recorrer mis mejillas Lindooo como siempre

    Saludos

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  14. @MAGY:

    Recordá que todos mis textos en este blog son ficción pura, yo no soy el personaje y nunca hablo de mí.

    Lamento leer que andás un poco triste, intuyo que es por desamor, solo puedo decirte las palabras de siempre: el tiempo hará que todo cure.

    Gracias por siempre darte una vuelta por estos lares.

    Saludos.

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  15. Nas!!

    Increíble la forma en que un ser humano puede cambiar casi sin darse cuenta. Cada momento de nuestras vidas por los que pasamos, nos cambian ligeramente, para bien o para mal, queramos o no, quizá por eso es que no nos damos cuenta hasta después de un largo tiempo de lo diferentes que somos ahora.

    Las promesas que no cumplimos se acumulan, los recuerdos que desaparecen poco a poco también, y los que no, van a parar a ése cofre con candado en determinado momento.

    En lo personal, me encuentro también por decidir entre ignorar o caer, me identifico mucho Maqui que comentó anteriormente, veremos lo que nos depara nuestras decisiones.

    Nos estamos leyendo, hasta entonces...

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  16. precioso relato
    me encantó sobretodo el final

    besotes

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  17. @KYARA:

    La vida es una caja de pandora en constante mutación Kyara, así de simple.

    =)



    @MAMBA NEGRA:

    Me alegro mucho.

    Saludos.

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