domingo, 3 de mayo de 2009

naranjas de abril (final)



4.


Eché unos leños a la estufa hogar y la encendí. Hacía frío dentro de la casa también. La noche ya reinaba acariciando todo lo que encontraba a su paso y los naranjos dormían un sueño aletargado dentro de la espesa oscuridad. Josefa arrastró una silla y la puso al lado del hogar. Luego hizo lo mismo con otra silla mecedora que había dentro de la casa y se sentó en ella.

- Siéntate, charlemos, hace tanto tiempo que no lo hacemos. –me dijo con una sonrisa tan bonita que me hizo recordar los viejos tiempos.
- Claro –dije devolviéndole la invitación y tomé asiento al frente suyo, al lado del hogar.
- Cuéntame de ti, de tú vida, de todos estos años. Anda, dime como te ha ido en la vida. Eso sí, no me digas que estás apurado, por favor no, quiero que al menos te quedes un rato para que me cuentes de ti. –me dijo casi a modo de súplica- y yo asentí.

Comencé a relatarle pasajes de mi vida, anécdotas, desventuras y momentos que atesoraba en mi memoria. Mientras, afuera había empezado a soplar un viento helado y los postigos de las ventanas golpeaban llamando la atención. Salí de la casa a cerrarlas. Cuando cerré la de la cocina me quedé observando a Josefa a través del vidrio. Se mecía suavemente en la silla mecedora arropada con una manta sobre su espalda. Parecía una niña indefensa ante aquella omnipotente soledad. A pesar que sus ojos no brillaban como en antaño aún sus facciones eran capaces de irradiar paz y tranquilidad, ese mismo elixir que busqué durante años en una mujer después de haberla conocido a ella y jamás había vuelto a encontrar. Busqué la luna en el cielo y la encontré tapada por unos nubarrones que pasaban presurosos ocultándola de a ratos. Parecía esconderse de nosotros, tal vez por vergüenza, tal vez adivinando que esa noche debía de ser privada y nuestra.

Entré y preparé café. Coloqué un pocillo de café caliente en manos de Josefa y reanudé la conversación. Se animó. Comenzó a soltarse, al igual que yo, y reímos y hablamos por horas hasta casi la medianoche.
La noté cansada y me noté cansado. No tenía ganas de viajar, tan solo quería descansar.

- ¿Quieres pasar la noche aquí? –me dijo en tono de invitación.
- Te lo agradecería mucho, he viajado muchos kilómetros y estoy agotado. Gracias, Josefa. –le respondí sonriendo sin que ella pudiera observar mi sonrisa, entonces me sentí un tonto por ello.
- No tienes que agradecerme, la agradecida soy yo por tú compañía. Después de tantos años me parece aún un sueño que estemos aquí esta noche como si el tiempo no hubiese pasado. ¿Recuerdas la primera vez que hicimos el amor?, ¿aún te acuerdas algo de aquella noche, muchacho?
- Nunca la olvidaría, ¡¿cómo hacerlo?! Durante muchos momentos de estos últimos años he recordado esa noche.
- Tal vez no haya sido justo. –me dijo con su rostro más serio.
- ¿Qué cosa no fue justa?, ¿qué piensas, Josefa?
- Que no es justo que aquella noche se haya presentado como un fantasma en tú vida. Seguramente has amado a otras mujeres y ese recuerdo no es justo cuando un amor verdadero se presenta.
- No digas eso. Nosotros también nos amamos y fue algo muy bello. –dije tristemente.
- Sí, muchacho, nos hemos amado… claro, así fue. –y mientras decía aquello su rostro palideció. Me sentí triste, muy triste y lo peor es que aún hoy no puedo decir porqué.

Me acerqué y la abracé. Posó su cabeza en mi hombro y así quedamos largo rato al calor del hogar. Solo se escuchaba crujir a los leños y se veía cómo las chispas saltaban de vez en cuando iluminando la habitación. Con mi nariz recorrí su pelo y tomé su olor, el mismo de siempre que permanecía intacto tal como hacía años cuando nos conocimos. Acaricié su mejilla y guié sus labios hasta los míos. Sentí su sabor nuevamente. Su corazón galopaba y el mío lo seguía. La tomé de la mano y la guié hasta el dormitorio. Nos seguimos besando. Ya recostados la desnudé lentamente. Su cuerpo, a mis ojos, seguía igual que antaño. Tal vez el tiempo había jugado aquí y allá por alguno de sus rincones pero lo que irradiaba permanecía intacto. Ella recorrió mi pecho con sus manos, mis muslos, acarició mi pene, y me besó lentamente con los ojos cerrados. Hicimos el amor lentamente como si intentáramos recordar aquella noche cuando éramos más jóvenes. Al terminar nos acurrucamos como dos pichones en medio de la ventisca y nos fundimos en una única caricia tibia que incesantemente continuaba sin fin. Al poco tiempo se durmió. Volvió a reinar el silencio dentro de la casa, tan solo los leños seguían quejándose dentro de la estufa. Entonces apagué el farol y un resplandor anaranjado proveniente del hogar impregnó la habitación. Me quedé mirando el techo mientras jugaba con su pelo. Me parecía mentira estar acostado al lado de la mujer que más había amado en mi vida. Mi gran primer amor. Los años habían pasado en la vida de ambos dejando enseñanzas y cicatrices pero jamás habían podido borrar aquello que fundimos una noche de abril mientras las naranjas deseaban ser cosechadas.

Ya de madrugada aún permanecía despierto, insomne. Por la ventana de la habitación la luna jugaba a las escondidas con los nubarrones. Cuando quedaba al descubierto iluminaba de plata la copa de los naranjos y entonces me parecía ver a mi padre y a mi abuelo sonreír conmigo mientras cosechábamos las naranjas. Recordé la complicidad de mi padre cuando viví aquel romance fugaz con Josefa. Las miradas del abuelo y sus enseñanzas. Todo venía a mi mente aquella noche. Me sentía feliz. Entonces fue que me pregunté que quería para mi vida, ¿seguir viajando?, ¿seguir conociendo una que otra mujer en busca de un amor para toda la vida?, ¿o acaso ya había encontrado a ese amor verdadero? La respuesta no tardó en aparecer dentro de mí. Envolviéndome en una manta salí al alero y me senté a fumar un cigarrillo. El viento olía a humedad y estaba helado. Las hojas de los naranjos parecían murmurar en la oscuridad como si me hubiesen echado de menos. Me entregué por completo al lugar, al momento, a esa vivencia que tanto alimentaba mi interior. Sentí dentro de mí correr la misma sensación que cuando me sentaba en un campo en soledad a contemplar la naturaleza; aire puro, cielo, verde, tibieza solar, felicidad. Todo eso de manera comprimida me recorría internamente. Adentro, en la tibieza de la casa, sobre la cama, yacía el amor de mi vida. Ya no tenía más caminos por recorrer, supe entonces que había llegado al final de mi destino y así me entregué por completo esperando que más y más abriles llenaran mí vida.

23 comentarios:

  1. Bueno, llegó el fin de sus viajes incansables y un nuevo comienzo, la responsabilidad de la elección.
    Qué bien planteado este viaje, me encantó.
    Bueno, me he hecho seguidora y estás en mi lista de favoritos. Más fidelidad?
    Besos

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  2. Precioso todo el relato, tambien al leerlo se siente las emociones, me gusta su final, la elección, un gran amor.

    Besos.

    Pd. me recordaste a un escritor, por tu manera de relatar, :)

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  3. Necesitaba respetuosamente leer desde el principio tu cuento, y así lo pude hacer hoy.
    En no tan extenso relato me hiciste sentir el tiempo que nos ha recorrido invariablemente a todos. Sensaciones conocidas, encuentros y desencuentros entrmezclado al aroma de las naranjas, y el final bellísimo que sinceramente no esperaba. Y si te interesa, me da contarte que no lo esperaba por que en estos tiempos he dejado de creer en los posibles finales felices y romanticos, siendo mas racional. Y vos Literato, a través de este relato, me conectaste con mi parte sencible y romantica, esas que como a Josefa se le había congelado, pero con una solo presencia se encendieron.

    Un abrazo y un placer.

    Magah

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  4. Nas!!

    Me ha gustado el final, porque es agridulce, no es como el clásico final rosa en que todo es perfecto, perfecto y cliché.

    Además no es del todo un final, no sé como explicarlo claramente, pero el hecho es que en especial ésta parte ha sido mi favorita.

    Las descripciones tanto de los sentimientos como los entornos han sido buenos y me premitió imaginarme el lugar y los personajes con facilidad.

    Bueno, me retiro, pero como siempre;

    Nos estamos leyendo, hasta entonces...

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  5. PAOLA:

    Gracias por la fidelidad. Te cuento al personal: cuando me gusta un blog, lo leo asiduamente y se lo comento en voz alta a las personas que son mis conocidas fuera de la blogósfera. No son muchos los blogs que me gusta leer. Sigo muchos, pero pocos atrapan mis sentidos. Hay personas que tienen un modo "particular" de escribir y se nota cierta inteligencia oculta detrás de eso.
    Un placer estar en tú lista de blogs seleccionados y más cuando un lector me lo dice así.

    El viaje de Josefa llegó al final y él se dio cuenta que por más que diese vueltas siempre retornaría a ese lugar, al lado del amor de su alma.

    Saludos.

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  6. Cecy:

    Es un relato que me ha gustado escribir. No obstante hubo momentos que al relatarlo me ponía en la piel del personaje masculino y quería pensar como él, decidir qué hacer y nada se me ocurría. Creo que el personaje de Josefa es quien lleva el papel predominante a lo largo del relato.

    Muchas veces leo cosas que me recuerdan a escritores o personas. Creo que cuando un escritor escribe impregna de cierta esencia sus textos. Siempre algo deja, siempre. Espero que el escritor que yo te haya hecho recordar sea un buen recuerdo.

    Saludos.

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  7. Magah:

    Te diré algo: no creas que no pienso como vos y que también muchas veces dejé de pensar en finales felices. Lo digo por mi propia vida personal, pero... tomé una decisión en estos últimos años y es la de parar de pensar, parar de analizar, parar de que las palabras atormenten mi mente y dejarme llevar y dejarme ser. Si duele, si no sale como quería, si todo se va al diablo, si vuelvo a quedarme solo o a sufrir desamor pues entonces ahí viviré ese momento y sabré si continuar o no, de lo contrario mi mente en blanco y solo disfrutando de besos, buenos momentos, sexo y lo que pudiera ser.

    Gracias por comentar en este post. Gracias por leer la historia completa y qué bueno que te haya gustado.

    Saludos =)

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  8. kyara_athena:Final agridulce, sep, así es. Odio los finales rosas. Tampoco es del todo un final, siempre quedan caminitos de piedra por donde el lector puede seguir imaginando. Fue un cierre que quería darle. A mí también me gustó esta última parte.

    Sos una buena crítica para mis textos, eso es bienvenido. Destrozarlos, desmenuzarlos, analizarlos hasta el hartazgo, todo eso me gusta que se haga con lo que yo escribo.

    Saludos y gracias por siempre leerme.

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  9. Q lindo seria poder ser por un rato Josefa....
    Sentirme elegida mas alla de todo...
    Haciendo q el amor se haga carne. Permitiendo q dicte el corazon...
    Me emocione hasta las lagrimas. Deseando convertir, un tanto, mi vida en la de Josefa.
    Desde este lado, aunque haya terminado el relato, aun se siente el olor a naranja, mezclado con una pizca de valentia y eleccion acertada...

    Te sigo agradeciendo por endulzarme la vista!!!!

    Besos

    PD: Al pesar del poco conocimiento de tu historia personal, aca estoy, por si necesitas un baston para apoyarte. De paso te dejo mi mail, guada_aq@hotmail.com

    Beso!!!

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  10. Guada:

    Yo particularmente me compenetro con los textos que leo en los libros. Dos, a lo sumo tres, veces he lagrimeado un poco y aguantado la respiración para no caer en llanto. En ese momento pensé el poder que el escritor tiene sobre la psiquis del lector y entendí ese poder. A lo largo de los años he escrito mucho y algunas personas que han leído textos sentidos o tristes mios me han dicho que han llorado o que han sentido tan dentro las palabras que han contenido el aliento para no lagrimear. Eso me emociona. Y digo esto porque en realidad yo solo he escrito una historia en un montón de palabras y he transcrito lo mejor que pude esa historia que mi cabeza ve y si alguien lloró o lagrimeó o sonrió quiere decir que lo hice bastante bien.

    Agradezco esa ayuda a la que te referís dejándome también tú mail, pero quiero decirte que más allá que alguna que otra vez para responder un comentario haga alusión a cosas que me han pasado o algún que otro estado de ánimo yo vivo la vida feliz y lo mejor que puedo. No con esto quiero decirte que no tenga días de porquería o cosas por el estilo, nada que ver, pero sí trato de armonizar mi cabeza con mi vida. Así que agradezco tú ayuda una vez más.

    Saludos.

    p.d.: tal vez podrás ser como Josefa, pero seguramente Josefa hubiera querido ser como vos y así sigue siempre el espejo que nos refleja. =)

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  11. Tu texto y tu manera de escribir me gusta. Cuando te dije que me recordaba a un escritor, es a un amigo que ya no esta, y se asemejan en la manera de plasmar los sentimientos, eso me llamo la atención.

    :)

    besos.
    Pd.: si, es mio lo que escribi, que por supuesto nunca será tan bueno como lo tuyo.

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  12. Literato amigo, empezaré a leer el final... ... ...

    Insisto que quiero una naranja... cada vez que te leo me imagino una hermosa y deliciosa naranja y no puedo reprimir el deseo y la tentación...

    Por dicha tengo jugo de naranja natural y con el sabotearé estas sensaciones.

    Un abrazo, un beso, cuidate.

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  13. Cecy:

    Entendí. A veces pasa que una persona suele traer el recuerdo de otra, ¿no?.

    El texto de tú blog está muy lindo y no compares tus escritos con los mios, cada uno escribe lo que le fluye.

    Saludos.

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  14. Natalia:

    jajaja me hacés reir con lo de las naranjas... ¡¿tanto te gustan?! yo las odio, sí, no me gustan para nada, es rarísimo que yo tome un jugo de naranjas.

    Bueno, seguí leyendo el texto. Espero te guste.

    Saludos.

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  15. Es como la culminación del " milagro amoroso " del que élla parecía saberlo y él no se había ni enterado.

    Aunque la realidad supere a la ficción, ¡ ojalá fuesen así las realidades !.

    Un abrazo

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  16. Morgenrot:

    Creo que acertaste en algo fundamental y es en observar que ella parecía saber la culminación y él la ignoró durante años.
    Es increíble como el feedback con el lector te abre nuevos horizontes y finales posibles en la imaginación.

    La realidad y la ficción muchas veces juegan carreras a la par, se sobrepasan de a ratos.

    Gracias por siempre pasar y leer mis textos.

    Saludos.

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  17. Me encantó lo que escribiste.
    Son muy buenas las descripciones y el final.. realmente fantástico.

    saludos:)

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  18. Rosa Rawr:

    Bienvenida a mi blog.
    Me alegra mucho que te guste esto que escribí. Además me pone feliz que alguien joven como vos lo lea y se sienta contenta de poder comprender descripciones y personajes.

    Gracias.

    Saludos hasta Madrid.

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  19. Que buen sabor me has dejado!!
    Debo confesarte que me ha encantado cada capitulo de esta maravillosa historia.
    Me he sentido atrapada, emocionada!! muy enamorada de esos naranjos de ese amor que ambos protagonistas se tenian..
    Si que me ha gustado este final, este reencuentro! Dulce suave, sin explicaciones.. solo recuerdos y vivencias hermosas..
    Me quedo bien..
    me encanta este final.
    que buen escritor eres.. me has dejado pidiendo más..
    Que disfrutes del fin de semana..
    Te dejo abrazos.

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  20. PierinaGracias por tús palabras, la verdad que me pone muy feliz que los lectores de mi blog tengan siempre palabras afectuosas cuando leen lo que escribo. Me da fuerzas y ánimos para arremeter y ver si de una vez por todas armo un libro con mis escritos o escribo una novela finalmente.

    La historia de las naranjas de abril ha sido una linda historia, a mí también me ha gustado escribirla.

    Buen fin de semana.

    Saludos.

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  21. El tiempo no me sobraba ultimamente y se hacían esperar las naranjas de abril. Desde que vi el título tenía ganas de leerlo y ha sido hoy.

    No me esperaba que fuera una historia de amor. Suelo ser muy crítico porque es el recurso "fácil" y hay demasiado calco, pero la tuya me sorprendió para bien.

    Laa músicas que elegiste también acompañaron muy bien la historia, a excepción de Tainted Love, que aunque no nombraras a M.Manson (wow!) la versión que sonaba cortaba un poco el sentimiento.

    Destacar además, siempre como crítica constructiva, que hay unas pocas frases sexuales un poco explicitas que rompen demasiado con la calidez de la historia para mi gusto.

    En general no me defraudó leerte, he encontrado una amravilla de relato. Me encantó.

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  22. Por cierto...
    También me gusta el cambio
    =)

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  23. @Darko:

    Ante todo gracias por pasar por mi blog. Me gustan las críticas constructivas y creo que en literatura es muy positivo ello.

    Me gusta escribir sobre historias de amor, sobre sus distintas facetas, sobre lo que observo en muchas parejas que he visto a lo largo de mi vida. La música es algo que solía usar, y que de hecho uso, pero depende las ganas que tenga de ambientar. Últimamente he quitado la música para que no afecte al ambiente del texto, pero tal vez más adelante ponga alguno con música, no sé.

    Y las frases sexuales me gustan así, son un poco al estilo Murakami, mi escritor favorito, que las usa justamente para sacarle lo cursi a la historia y dar el cachetazo real y tangible del sexo. Es un modo que me gusta.

    Me encanta la crítica porque me ayuda a saber qué opinan los lectores. Por ahí que siempre me digan que escribo "lindo" o "hermoso" o ese tipo de cosas no me ayuda a crecer en mi estilo.

    Saludos.

    p.d. A mí también me gustó el cambio, me gusta lo claro y de todo un poco... y claro, lo estéticamente atractivo.
    =)

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