Paseaba con una sombrilla escondiéndose de los rayos del sol. Al pasar por mi lado no pude menos que sonreír y hacer una reverencia con mi sombrero.
Ella se ruborizó.
El cielo pareció más celeste, y hasta en un momento pensé que se había detenido posando como una instantánea fotográfica.
- ¿Podría acompañarla en su paseo, hermosa dama? –dije con una sonrisa en mis labios.
- No veo porqué habría de acompañarme caballero, ¿acaso usted es algún duque o conde?, ¿ha viajado a Oriente y ha regresado con exquisitos tesoros y perfumes?, ¿Usted ha podido echar raíces en su vida como un árbol que se aferra en la arena?
- No, no soy nada de eso, ni he hecho nada de eso, -respondí atónito.
- Entonces ¿usted quiere decirme que intenta acompañarme y en algún instante abordar mi belleza tan solo siendo un simple y vulgar hombre?
- Sí, al menos eso creo en este momento –dije confundido, y colocándome el sombrero me acerqué a ella.
Colocó la sombrilla sobre ambos y con una mueca casi imperceptible en sus labios adiviné que quiso sonreír. Detrás el mar. El Sol. El calor que empezaba a agobiar.
- Entonces soy toda suya, señor. Hoy no volveré sola a casa.
Qué hermosa historia, dejaste ver toda la sinceridad al acercarse a la mujer y lo percibió ¿O estoy muy equivocada??? Romántico relato!!! Saludos Pilar
ResponderEliminarPilar, creo que la mujer de la historia estaba cansada de hombres superficiales que se le acercaban. La belleza femenina es un eclipse que tapa muchas veces el contenido interno de la mujer, por ello muchas de ustedes al momento que un hombre se les acerca guardan un poco de distancia, así como ella probó al caballero también lo hacen hoy por hoy.
ResponderEliminarSaludos.
Texto corto y sencillo pero con carisma. Me gustó. En cuanto pueda te leeré más ;)
ResponderEliminarBreve y rotundo, enganchas desde el principio.
ResponderEliminarMe gustó.
Una sonrisa.
Darko, lo mismo pienso de tus entradas de blog. Y algo que me gustó es el estilo personal que le ponés al extraer un párrafo de alguna canción y colocar la música.
ResponderEliminarBienvenido a mi blog.
Saludos.
Pitufina, me alegro gusten mis textos. Este fue corto, por lo general son un poco más extensos.
ResponderEliminarBienvenida a mi blog.
Saludos.
Literato, gracias por tu comentario y visita. Me gustó tu blog, y este post que leí.
ResponderEliminarYa me linkié como seguidora para darle seguimiento a tus letras.
Un abrazo.
Te espero de nuevo. beso.
Natalia, bienvenida a este blog de historias de ficción.
ResponderEliminarTú blog también tiene lindos textos.
Saludos.
Jope, qué chica tan original! Me copio. Lo malo es que a estos españoles les sale una muchacha con esas y se queda parao y ni acompaña ni ná. Jejee!! Buenísimo!
ResponderEliminarlys, jajaja me has hecho reir con eso que les pasa a los españoles =)
ResponderEliminarSaludos.
que suerte la tuya.
ResponderEliminarDavid, jajaja... ¡sí!, ¿no? =)
ResponderEliminarSaludos.
Nada cautiva más que la verdad...
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